fbpx

Sinopsis

James Levinson, después de haber vivido unos años de éxito como estrella del Rock, decide reducir el ritmo en su vida tras la muerte por sobre dosis de uno de sus compañeros de SteelRose, grupo al que James prestaba su voz y sus aclamadas letras. Tras grabar dos discos como solista y cambiar los grandes escenarios por pequeñas salas donde solo actuaban él y su guitarra, James deja su ciudad, Los Ángeles, para seguir cerca de Helen, su pareja, su inspiración, quien se ve obligada a mudarse a Manhattan por trabajo. Alejado de la única vida que conocía, James se siente vacío y a la espera de un cambio. Pasó a convertirse en un músico poco reconocido mientras se consumía en su monótona rutina. Pero el cambio termina llegando a su vida cuando Helen, confiesa que le ha sido infiel.

Sin nada más que perder, James emprende un viaje de autodestrucción, en el que aparte de un elevado consumo de alcohol, también explora su lado más promiscuo y descarado. Regresa a Los Ángeles, donde las malas compañías y las fiestas continuas, lo alejan cada vez más de a quien no ha dejado de querer.

Una novela descarada y cargada de humor negro, que esconde una trama profunda y humana.

Ya a la venta: Caída libre de Ian Vanez

Nota del autor

Escríbí la primera página de Caída Libre en 2019. Ha sido un trabajo intermitente, lleno de idas y venidas, interrumpido siempre por razones ajenas a mí, pero que han sido las que finalmente le han dado forma a la novela. Considero Caída libre como un libro de humor, crudamente real, triste en ocasiones, en el que nunca he tenido la intención de gustarle a nadie. Han sido tantos años arrastrando este trabajo, que perdí por el camino cualquier rastro de pretensión y me gané el derecho de escribir para mí. Si me preguntasen si siento orgullo por Caída libre, diría que lo que siento es alivio.

Ian vanez autor de caída libre

Capítulo 1

Mil razones.

Una vez más la tenue luz y el humo danzante de un cigarrillo. Una vez más, sonidos del pasado que surgen de mis viejos y amados discos, ellos nunca me fallan. Es el ritual que me libera del mundo para mecerme, incómodo la mayoría del tiempo, entre mis pensamientos, e intentar exprimir emociones acumuladas, tratar de ordenarlas y darles vida de alguna forma. Convertirlas en versos, melodías, quizá en canciones o simplemente en líneas de palabras poco pensadas que morirán sin ser vistas. Es la necesidad constante de inmortalizar lo que siento lo me llena de inquietud. Pero es una inquietud pasiva que no funciona por sí misma, necesita inspiración. Es la incesante necesidad de sentir y que me sientan. Supongo que el miedo a desvanecer sin dejar rastro es algo latente en mí, el temor al olvido después del fin, y requiero inspiración.

Bajo la luz y el humo siento cómo viene, cómo se acerca, es ella. Viene susurrando, siempre lo hace así. Ella, a quien le digo sin mover los labios: <<te echaba de menos, inspiración mía.>> Siempre lo hago así.

El primer cigarrillo consumido muere prácticamente virgen y yo miro para otro lado, y el encuentro no dura mucho, apenas tres acordes y dos frases. La inspiración es una amante veleidosa, puro capricho. Pero tal vez no sea del todo culpa suya, tal vez mis sentimientos estén dormidos, marchitos, quizá ya secos de tanto usarlos. He tratado de estrujarlos, todos, los dulces y los amargos, con fuerza, me he esforzado, pero no resbalan ni caen gotas de mis manos, incluso después de este viaje en el que he aprendido demasiado.

Todo era más fácil cuando nos lo creíamos todo, pero el tiempo ha pasado y nos ha llenado de realidades acercándonos cada vez más al suelo. No sé cuándo ocurrió, cuándo dejamos de creer ni cuándo empezaron a envejecer nuestras ansias. Me lo pregunto a mí mismo, sin mover los labios, cada noche, siempre lo hago así. Puede que se llame madurez, pero nadie nos dijo que nos anestesiaría de tal manera, ni que vendría colmada de seriedad, de agotamiento emocional y plagada de espinas llamadas recuerdos.

Tal vez no encuentre la respuesta hoy, o tal vez me sorprenda y comprenda en un instante que la conozco, y bien, aunque ya me importa menos, creo que estoy bien, ya ha pasado tiempo, y si no hay más acordes, ni frases, es porque la vida se propuso terminar con lo nuestro de una forma estrepitosa y salvaje. Una vida que se suponía sería perfecta para ambos. Para mí fue una especie de sueño cumplido, un éxtasis continuo. Grabé mis canciones y toqué con grandes músicos. Firmé discos, papeles, fotografías con mi cara y trozos de carne. Ella esperaba sentada, soportaba miradas, forzaba sonrisas y se consumía. El sueño se volvió sucio y gris como una fotografía mal revelada en blanco y negro. Hubo turbias emociones nocturnas, sexuales, repletas de sabores, de colores, muchos indelebles. Regadas con alcohol, Rock y miseria. Y Cayeron lágrimas, manaron gritos, corrieron palabras de odio y rencor. Se oyeron risas, gemidos, sollozos e intensos suspiros. Sentimos, nos estremecimos y sufrimos. Nos miramos, sentenciamos y amamos. Vivimos. Teníamos mil razones.

Entrevista a Ian Vanez

Sinopsis

James Levinson, después de haber vivido unos años de éxito como estrella del Rock, decide reducir el ritmo en su vida tras la muerte por sobre dosis de uno de sus compañeros de SteelRose, grupo al que James prestaba su voz y sus aclamadas letras. Tras grabar dos discos como solista y cambiar los grandes escenarios por pequeñas salas donde solo actuaban él y su guitarra, James deja su ciudad, Los Ángeles, para seguir cerca de Helen, su pareja, su inspiración, quien se ve obligada a mudarse a Manhattan por trabajo. Alejado de la única vida que conocía, James se siente vacío y a la espera de un cambio. Pasó a convertirse en un músico poco reconocido mientras se consumía en su monótona rutina. Pero el cambio termina llegando a su vida cuando Helen, confiesa que le ha sido infiel.

Sin nada más que perder, James emprende un viaje de autodestrucción, en el que aparte de un elevado consumo de alcohol, también explora su lado más promiscuo y descarado. Regresa a Los Ángeles, donde las malas compañías y las fiestas continuas, lo alejan cada vez más de a quien no ha dejado de querer.

Una novela descarada y cargada de humor negro, que esconde una trama profunda y humana.

Ya a la venta: Caída Libre de Ian Vanez

Nota del autor

Escríbí la primera página de Caída Libre en 2009. Ha sido un trabajo intermitente, lleno de idas y venidas, interrumpido siempre por razones ajenas a mí, pero que han sido las que finalmente le han dado forma a la novela. Considero Caída libre como un libro de humor, crudamente real, triste en ocasiones, en el que nunca he tenido la intención de gustarle a nadie. Han sido tantos años arrastrando este trabajo, que perdí por el camino cualquier rastro de pretensión y me gané el derecho de escribir para mí. Si me preguntasen si siento orgullo por Caída libre, diría que lo que siento es alivio.

Ian vanez autor de caída libre

Capítulo 1

Mil razones.

Una vez más la tenue luz y el humo danzante de un cigarrillo. Una vez más, sonidos del pasado que surgen de mis viejos y amados discos, ellos nunca me fallan. Es el ritual que me libera del mundo para mecerme, incómodo la mayoría del tiempo, entre mis pensamientos, e intentar exprimir emociones acumuladas, tratar de ordenarlas y darles vida de alguna forma. Convertirlas en versos, melodías, quizá en canciones o simplemente en líneas de palabras poco pensadas que morirán sin ser vistas. Es la necesidad constante de inmortalizar lo que siento lo me llena de inquietud. Pero es una inquietud pasiva que no funciona por sí misma, necesita inspiración. Es la incesante necesidad de sentir y que me sientan. Supongo que el miedo a desvanecer sin dejar rastro es algo latente en mí, el temor al olvido después del fin, y requiero inspiración.

Bajo la luz y el humo siento cómo viene, cómo se acerca, es ella. Viene susurrando, siempre lo hace así. Ella, a quien le digo sin mover los labios: <<te echaba de menos, inspiración mía.>> Siempre lo hago así.

El primer cigarrillo consumido muere prácticamente virgen y yo miro para otro lado, y el encuentro no dura mucho, apenas tres acordes y dos frases. La inspiración es una amante veleidosa, puro capricho. Pero tal vez no sea del todo culpa suya, tal vez mis sentimientos estén dormidos, marchitos, quizá ya secos de tanto usarlos. He tratado de estrujarlos, todos, los dulces y los amargos, con fuerza, me he esforzado, pero no resbalan ni caen gotas de mis manos, incluso después de este viaje en el que he aprendido demasiado.

Todo era más fácil cuando nos lo creíamos todo, pero el tiempo ha pasado y nos ha llenado de realidades acercándonos cada vez más al suelo. No sé cuándo ocurrió, cuándo dejamos de creer ni cuándo empezaron a envejecer nuestras ansias. Me lo pregunto a mí mismo, sin mover los labios, cada noche, siempre lo hago así. Puede que se llame madurez, pero nadie nos dijo que nos anestesiaría de tal manera, ni que vendría colmada de seriedad, de agotamiento emocional y plagada de espinas llamadas recuerdos.

Tal vez no encuentre la respuesta hoy, o tal vez me sorprenda y comprenda en un instante que la conozco, y bien, aunque ya me importa menos, creo que estoy bien, ya ha pasado tiempo, y si no hay más acordes, ni frases, es porque la vida se propuso terminar con lo nuestro de una forma estrepitosa y salvaje. Una vida que se suponía sería perfecta para ambos. Para mí fue una especie de sueño cumplido, un éxtasis continuo. Grabé mis canciones y toqué con grandes músicos. Firmé discos, papeles, fotografías con mi cara y trozos de carne. Ella esperaba sentada, soportaba miradas, forzaba sonrisas y se consumía. El sueño se volvió sucio y gris como una fotografía mal revelada en blanco y negro. Hubo turbias emociones nocturnas, sexuales, repletas de sabores, de colores, muchos indelebles. Regadas con alcohol, Rock y miseria. Y Cayeron lágrimas, manaron gritos, corrieron palabras de odio y rencor. Se oyeron risas, gemidos, sollozos e intensos suspiros. Sentimos, nos estremecimos y sufrimos. Nos miramos, sentenciamos y amamos. Vivimos. Teníamos mil razones.

Entrevista a Ian Vanez

Puntos de venta Caída libre de Ian Vanez

Caída Libre, la primera novela de Ian Vanez, está disponible a nivel mundial, tanto en formato físico como digital en las siguientes plataformas, en las más de dos mil librerías de España que trabajan con Penguin Random House, en Casa del Libro y Agapea.